De verdad, es un atrevimiento querer tener un libro de estilo, unas pautas, unas formas claras…Vamos que ni una línea, ni una palabra, ni una letra o signo de estilo que encorsete. Ya lo decía el propio Orwell que se pueden leer al final de su Homenaje a Cataluña: "Tenga cuidado con mi partidismo, con mis detalles erróneos y con la inevitable distorsión que nace del hecho de haber presenciado los acontecimientos sólo desde un lado".
¿El estilo marca a la persona, o la persona marca un estilo? ¿Quién soy yo: el que habla, el que siente, el que sueña, el que piensa?... ¿O un popurrí de todo ello? ¿Y cuál es la realidad de todo lo que soy: mi conciencia fantástica o la real, racional y cotidiana? …Quizás mi única realidad de estilo es que abundan los signos de interrogación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sea clar@ y precis@.