De nuevo el curso, otro curso para el club de lectura, con nuevos integrantes, y espero que este año se hagan más cometarios a los libros y a la vida.
El primer libro a leer es:
'El viaje del elefante':
A mediados del siglo XVI el rey Juan III de Portugal decidió regalarle su elefante al archiduque Maximiliano de Austria aprovechando su estancia en Valladolid. El elefante, de nombre Salomón y más tarde Solimán, atravesó Portugal y Castilla, el Mediterráneo, Italia, los Alpes y finalmente el Danubio hasta Viena. A mitad de camino hubo un milagro y al final otro. Esa es la historia. Como diría Vonnegut y seguramente rubricaría Saramago, aunque de una manera mucho más alambicada: Así fue.
No se trata simplemente del viaje organizado entorno al elefante. Se trata de cómo el elefante organiza el mundo a su alrededor. Y es que un elefante es una cosa increíble si te paras a pensarlo, igual en el siglo XVI que ahora, a caballo entre la certeza biológica y lo imposible. A esto es a lo que juega José Saramago: a adivinar cómo los hombres grandes y pequeños, del humilde cornaca al archiduque, son transformados por esa experiencia.
El viaje del elefante es una lectura que aúna ternura, algo no muy frecuente en Saramago, con una mirada incisiva sobre la naturaleza humana y un agudísimo sentido del humor malvado. Una gozada para todos los públicos que presenta el riesgo de leerse de una sentada.
Buen provecho.
No se trata simplemente del viaje organizado entorno al elefante. Se trata de cómo el elefante organiza el mundo a su alrededor. Y es que un elefante es una cosa increíble si te paras a pensarlo, igual en el siglo XVI que ahora, a caballo entre la certeza biológica y lo imposible. A esto es a lo que juega José Saramago: a adivinar cómo los hombres grandes y pequeños, del humilde cornaca al archiduque, son transformados por esa experiencia.
El viaje del elefante es una lectura que aúna ternura, algo no muy frecuente en Saramago, con una mirada incisiva sobre la naturaleza humana y un agudísimo sentido del humor malvado. Una gozada para todos los públicos que presenta el riesgo de leerse de una sentada.
Buen provecho.
Por cierto, antes que se nos muera Saramago, nos tiene que ocurrir naturalmente a todos, no sé dónde irá, si al infierno o al cielo. Os recomiendo que entréis en su Blog, aunque mucho de lo escrito está en su lengua natal, vale la pena leer lo que se le pasa por la cabeza cada día a este escritor: http://caderno.josesaramago.org/
Queremos un comentario de Maripazzz.
ResponderEliminar¿Y por qué, Querido Anónimo?
ResponderEliminar¿Porque te parece absurdo lo que opino del libro?
¿O porque tal vez estés de acuerdo "en alguna cosilla" sin atreverte a confesarlo?
¿O porque es políticamente incorrecto criticar a Saramago?
Creo que cuanto más años cumplo, más vuelvo a la infancia y por eso me gustan las novelas que me cuentan historias con argumentos sólidos. No ensayos ni libros de pensamientos filosóficos con forma de novela. O con forma de cuento largo, como dice el propio Saramago de "El viaje del elefante".
Cuando leo novelas, pueden gustarme o no, dependiendo de lo que el autor quiera ARGUMENTAR a través de sus personajes. Pero en el ARGUMENTO de este libro no creo que los personajes tengan tanto peso como para salvar dicho argumento. Argumento que, por otra parte, está colgado con alfileres. Por eso lo critico.
No critico su forma de escribir, ni los pensamientos propios, críticas, ironías...que plasma en esta obra, pero me parece que están puestos como pegotes dentro del argumento de la novela, que igual daría acoplarlos a ésta o a otra. Son pensamientos, filosofías, críticas, ironías,..., es decir, "Puro Saramago", pero que no ayudan a dar peso al argumento. Son interesantes en sí mismos, no como parte argumental.
¿No crees, Querido Anónimo, que tal vez había tanta gente en el Club de Lectura a la que no le gustó el libro porque "no le contaba nada", porque no había un argumento sólido?
¿Y no crees, Querido Anónimo, que habrá gente a la que el libro no le haya entusiamado nada, nada, pero que no se atreva a criticar a Saramago?
¿Y no crees, Querido Anónimo, que tal vez ALGUIEN ANÓNIMO pueda pensar que porque he "confesado" que no me gusta el libro estoy criticando la forma de escribir de Saramago o su escritura incisiva, crítica o irónica?. Pues no. Eso me gusta. Pero me habría gustado más si el argumento de la novela tratase de algo más interesante.
¿Te parece suficiente la explicación, Querido Anónimo?
Por último, ¿por qué escribes "QUEREMOS", en plural, vez de "QUIERO" un comentario de Maripazzzzz? ¿Por qué te escudas en el plural mayestático? Eres tú y solamente tú el que tenías el morbo de saber si lo que opino en el club también lo opino en el blog. Pues sí, ya ves. Ante todo coherencia, Querido Ánónimo.
Termino: yo también quiero un comentario tuyo tan razonado como el mío. ¿Te atreves?
Y aunque te llame constantemente "Querido Ánonimo" me despido de ti mandándote muchos, muchos, muchos besitos, compañero de lectura.
Mi querida Maripaz, no te ofendas, es malo para la salud, tómatelo con buen humor el simplón comentarios. Da gusto que te hayas explicado tan ampliamente y coherentemente contigo misma, por ello te felicito. Ojalá todos los contertulios del club fueran tan explícitos como tú. El tonto comentario previo, lo reconozco, era una provocación; pero no comparto tu opinión sobre el libro. Saramago está mayor, es posible que esta no sea su obra más trabajada, deberíamos leerlo más, libros como “todos los nombres” o “ensayo sobre la ceguera” tienen más sustancia. Pero Saramago tiene un estilo peculiar, que puede o no gustar. A mi me gusta, sobre todo por provocador. En mi opinión, no sólo los argumentos hacen grande a una novela. Una novela es como una persona, pude gustar o no: depende de la afinidad que uno tenga con ella, es muy posible que tenga que ver en cómo vive la vida el lector, en sus valores, con su temperamento y cómo imagina el mundo. Gracias a dios, si existe, cada uno lo ve de diferente manera y solemos ser diferentes. Lo importante es que no queramos imponer nuestro punto de vista a los demás, si es posible. Porque muchas veces, sin quererlo, tendemos a juzgar con nuestros valores, y si estamos tan convencidos de poseer la verdad, podemos hacer daño. Un besito.
ResponderEliminarJesusito de mi vida...
ResponderEliminarYa que reconoces que fue una provocación, reconozco "mi pronto" de lectora ofendida.
De acuerdo a medias con lo de que "no sólo" los argumentos hacen grande a una novela. Hay más aspectos, ténicos fundamentalmente. Pero, al menos, que la novela tenga algún argumento que la guíe. Y creo que el argumento es fundamental. Recurriendo a tu símil entre la atracción entre personas o entre un lector y una novela, el argumento sería "la química" que impepinablemente tiene que existir para que haya algo entre ellos. Si no existe química ya puede haber multitud de cualidades en ambos, que el encuentro no se producirá. Traducido a la lectura: si no te engancha el argumento, aun teniendo características literarias extraordinarias, ese libro lo leerá y apreciará muy poquita gente, sólo la que por causas diversas (bagaje cultural, búsqueda de nuevos conocimientos, inquietudes en el mundo de la escritura... o lo que sea), tenga esa capacidad de apreciarlas por encima del argumento.Y eso no somos capaces de hacerlo todos los lectores y por tanto serán novelas incomprendidas por muchos. Creo que este libro y otros tienen estas características.
Y el no saber apreciar aspectos distintos al argumento puede ser así porque sí, o porque deliberadamente un lector no busque esos aspectos en la lectura, sino el placer de la historia contada. Y en un club de lectura este aspecto se ve muy claramente, porque los lectores tienen inquietudes lectoras muy variadas y, de acuerdo contigo, somos todos dignos de respeto y nunca merecedores de crítica por nuestras opiniones tras la lectura. Tan válida me parece una opinión de "no me gusta (o sí me gusta) porque no me gusta y ya está", que otra que ensalce los valores técnicos y literarios de la obra y no simplemente el argumento. Aunue yo prefiera lo que prefiera, que ya imagino que sabes lo que en este caso prefiero. Como bien dijiste, también tiene que haber "química" entre novela y lector. Y ahí está la grandeza de un escritor, creo yo: saber aunar todo y que guste a casi todos los lectores, los que buscan sólo la historia y los que buscan la historia y algo más. Y no todos lo consiguen. (Como sí lo hace El QUijote, como comentaste en el club, que sí que reune todo)
Y tras estos comentarios tan sesudos, creo que nunca voy a poder estudiar fifología hispánica ni entrar en la Real Academia, porque me tacharían de simplona en mis opiniones literarias y no me admitirían. ¡Y menos mal que tampoco tengo aspiraciones literarias, aunque a lo mejor si encontrase algún "buen argumento" Jajajajaja.... ! Por eso me he quedado en bibliotecaria municipal con opiniones literaris propias y que defiendo vehementemente. Pregunta para tí que te gusta escribir: ¿no te parece dificilísimo ENCONTRAR un buen argumento que enganche y añadirle todos los aspectos técnicos, críticos, irónicos, etc.. que quieras, pero siempre buscando transmitir lo que quieres transmitir por medio de ese argumento?. Si no quieres o no sabes decir nada, ¿que estás escribiendo? Algo hay que transmitir, y eso es la historia que cuentas.
Me voy, que le estoy dando vueltas a lo mismo.
Nos vemos esta tarde, espero. (Por cierto, que el libro que estamos leyendo ahora también se las trae, menudo comienzo de curso. A ver que opiniones hay)
Y no seas tan provocador, que te gusta mucho, y sabes que no me puedo resistir y entro al trapo.
(Ahora no te quejarás de que no comento nada).
Dos besistos.
Bien… tres besitos, vamos mejorando la comunicación. Si al final tenemos mucho en común, una novela en gancha cuando el lector ve lo que el escritor ve. Para ello lo primero, tiene que haber un ejercicio de sinceridad. Un buen argumento es que sea vivido. Creo, y puedo estar equivocado, supongo que puede haber personas que escriban sólo para la galería y con la única finalidad de tener reconocimiento público y notorio. Yo no creo eso, escribir tiene que ser un acto veraz, aunque se escriba sólo para una minoría. Se puede ser escritor sólo para minorías, no pasa nada, venderá menos pero será una escritura auténtica. No suele ocurrir por lo que antes te dije, porque en el fono somos todos muy parecidos: nacemos, nos relacionamos, aprendemos, sentimos, nos reproducimos, ambicionamos, pensamos, sufrimos y nos morimos. Así, cuando uno expresa algo con autenticidad, siempre habrá sintonías similares de algún lector, por lo menos tan raro como el que escribe y si no, tampoco pasa nada, porque escribir no es otra cosa que reflexionar y sentir. Ahora cuatro besitos.
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